Morros de ternera, gelatinosos, sabrosos y nada grasos

Los Morritos con Alubias de Dapsa

Los morros de vacuno son una de esas exquisiteces de la casquería que, por desgracia, no se cocinan en la gran mayoría de los hogares, quizá por que no estamos habituados a su aspecto y preferimos que nos lo den ya hecho, porque su preparación requiere de cierto tiempo o porque poco a poco se están perdiendo recetas que llevaban con nosotros toda la vida debido a nuestro ajetreado modo de vida.

Para los amantes de los platos gelatinosos de carne, sin embargo, éste es un bocado con un aroma increíble que no pueden perderse. Además, el morro es una de las carnes más gelatinosas que existen y con muy poca grasa por lo que tiene un aporte calórico muy bajo, así que dependiendo de cómo lo cocinemos o qué tipo de acompañamiento le pongamos, es sin duda un plato equilibrado, sano (contiene Vitamina E5) y muy sabroso.

                   

El morro forma parte de la careta de la vaca, junto con la carrillera, y es una zona muy carnosa y blandita que abarca también toda la parte anterior como son la nariz, los labios y otras zonas próximas a éstas. Normalmente, suelen complementarse con callos, que también tienen mucha gelatina, y poquísimas calorías, o con alguna legumbre, como los Morritos picantones con alubias de la V Gama de Dapsa, convirtiéndose así en un plato súper completo con un gran aporte de energía. Como se venden ya perfectamente cocinados, en raciones individuales, son la mejor opción para quienes quieran evitarse largas horas en los fogones.

El morro puede ser de ternera o de cerdo, aunque éste último es algo más graso y suele hacerse frito o a la plancha. Es una tapa común en muchos bares de Extremadura y La Rioja y tan apreciado como los chicharrones. La jeta de cerdo, también requiere menos tiempo de cocción que la de ternera, quizá por eso su uso está más extendido.

Cómo preparar un morro de ternera

Ante todo, se trata de un plato sencillo pero que requiere tiempo de preparación. Lo primero que tenemos que hacer es conseguir unos buenos morros en la carnicería y asegurarnos de que son frescos, de buena calidad y, a ser posible, de ternera joven. Como son grandes, con uno tendremos de sobra para cuatro personas, aunque es un producto que se puede congelar perfectamente.

Una vez en casa toca limpiarlo bien, aunque suelen venderlos ya muy limpios nunca está de más, quemar los pelos que hayan podido quedar, y ponerlo a hervir en la olla exprés con unas hojas de laurel y bien de sal por espacio de al menos una hora, o tres horas en una cazuela normal. Pasado este tiempo, se sacan de la olla y se cortan en trozos pequeños, al gusto. A partir de este momento pueden añadirse a una buena salsa de verduras o al guiso de legumbres que tengamos previsto. Lo ideal es cocinarlos la víspera, ya que se trata de uno de esos platos que pasadas 24 horas estará más rico aún.

¿A qué esperas para probarlos?

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