Cuando algo nos apasiona no dudamos en indagar sobre sus orígenes, y es que, como bien dicen por ahí, no debemos de olvidar de dónde venimos. Y Dapsa tampoco lo hace. Es imposible no recordar algo que has comenzado con los miembros de tu propia familia.
Dapsa (Distribución de Alimentos Perecederos, S.A), es el comienzo de un sueño, una empresa familiar que se constituyó en Madrid en 1985. Hemos hecho este año el 35 aniversario de aquello que comenzó de la nada, ¡quien nos lo diría!
El objetivo de nuestra empresa es alimentar de la forma más saludable posible a todas aquellas personas a la que les seduzca el hecho de conquistar sus paladares a la misma vez que no descuidan su salud, y es que Dapsa tan solo trabaja con aquellos productos que considera de primera calidad. No podríamos haber llegado hasta aquí de ninguna otra forma.
Ante la demanda continua de productos de casquería (vacuno, porcino y ovino), despiece de carne de vacuno al vacío y productos cárnicos de fabricación propia o de terneros de la mejor calidad, nos vimos obligados a producir cada vez para un mercado más amplio. Otros países comenzaron a llamar a nuestra puerta para probar nuestros alimentos, y nosotros no podemos estar más agradecidos.
Nuestro compradores y sus ritmos de vida han ido marcando poco a poco lo que somos hoy. Los hábitos de consumo fueron cambiando, y nosotros con ellos. En 2005 creamos una línea de platos cocinados cuya base son nuestros productos de casquería. Con el eslogan “Cómo me gusta lo que me encanta” dimos un salto hacia la comodidad para hacer vuestras vidas más fáciles. La mayor apuesta de Dapsa ha sido la V Gama, donde puedes encontrar desde deliciosos platos de codillo cocido, morritos picantones con alubias, albóndigas de la abuela o parrillada de cerdo estofada, hasta nuestros típicos callos a la madrileña o el querido goulash, entre muchos otros manjares.
Durante todos estos años nuestra felicidad proviene de ver vuestras caras de felicidad cada vez que probáis alguno de nuestros productos. Y es que un buen plato alegra la vida de cualquiera. Si hay que pecar, mejor que sea con la gula. Si hay algo que nunca perderemos es el amor por la comida.